Los viajes de negocios están cambiando y son más importantes que nunca
10 junio, 2022 6 min
Por Paul Abbott, CEO, American Express Global Business Travel
En la primavera de 2020, el cielo se vació. Los viajes se suspendieron casi por completo al bloquearse el mundo. Algunos predijeron el fin de los viajes de negocios. Dos años después, podemos afirmar lo contrario. La pandemia fue el comienzo de una nueva era, en la que los viajes son más importantes que nunca para las empresas. En la era del trabajo flexible, los viajes son la forma en la que las empresas construyen su cultura. Y la cultura es la fórmula del éxito.
Un mundo con menos desplazamientos
A lo largo de estos dos años hemos sido testigos de los efectos de las restricciones en los desplazamientos a los lugares de trabajo. Una tormenta perfecta que nos ha forzado a trabajar desde casa, separar a los equipos y que han llevado a altas tasas de renuncia obligando a las empresas a revisar sus políticas de real estate y a apresurarse a crear nuevos espacios de trabajo atractivos para promover la vuelta a la oficina.
No hay una solución fácil, ni indultos tras la pandemia: el mundo laboral ha cambiado. La firma de investigación Gartner ha predicho que las empresas podrían perder a cuatro de cada diez empleados si imponen la vuelta obligatoria a la oficina. Las cifras de la Oficina de Estadística Nacional de Reino Unido demuestran que los anuncios de empleo online que incluyen el término “teletrabajo” se han triplicado entre 2020 y 2021.
Estas tendencias derivan de un cambio de poder hacia los trabajadores. En su alegato anual, el consejero delegado de Blackrock, Larry Fink, afirmó que ninguna relación ha cambiado más por la pandemia que la existente entre empleados y empleadores. Las personas están renunciando a un ritmo históricamente alto y el endurecimiento del mercado laboral permite ahora a los trabajadores exigir salarios más altos y mayor flexibilidad.
Esta nueva flexibilidad puede ser buena para la economía y la sociedad. No depender de desplazamientos y de oficinas implica que ya no es necesario para los trabajadores de las empresas del futuro vivir en los centros urbanos. Resulta más fácil lograr un mejor equilibrio entre la vida laboral y la personal, lo que, a su vez, significa que los equipos estarán más motivados y serán más productivos.
La oficina solía impulsar la cultura – ahora lo harán los viajes
Pero estos beneficios tienen un coste. Históricamente, las empresas han invertido enormes sumas en la creación de entornos de trabajo colaborativos, atractivos y estimulantes. Lo hicieron porque sabían que las grandes empresas tienen culturas que fomentan la creatividad y la innovación, además de ayudar a establecer relaciones satisfactorias, algo vital para sentirse motivado y comprometido en el trabajo.
Las empresas, en la actualidad, no pueden permitirse el lujo de renunciar a la cultura. Sin embargo, el lugar donde ésta se ha formado históricamente -la oficina- ya no es el principal escenario de trabajo. Atrás quedaron los días en los que se podía volar a un destino, ir a una oficina y esperar que todo el mundo estuviera allí. Hoy en día, el contacto personal con los compañeros requiere de una cuidadosa planificación y coordinación: cada viaje será un acontecimiento.
Por tanto, los viajes de negocios están asumiendo un nuevo papel como catalizadores de la cultura. Las reuniones semanales, mensuales o trimestrales serán el medio por el que los empleados se vinculen, colaboren e innoven. La línea que separa los viajes de negocios de las reuniones desaparecerá a medida que el ambiente de desarrollo de la cultura se vaya desplazando de la oficina hacia los viajes cada vez más regulares.
Menos desplazamientos implican más viajes de negocios
Debido a esto, la disminución de los desplazamientos al trabajo impulsará el crecimiento de los viajes de negocios. No soy el único que opina así. Zoom ha invertido recientemente en American Express Global Business Travel y ha vaticinado un futuro de “innovadoras y atractivas experiencias en reuniones y eventos virtuales, presenciales e híbridas “. En lugar de ahogar los viajes de negocios, la videoconferencia supone ya un estímulo más para las reuniones en persona. Los expertos del sector también son optimistas. Siete de cada diez responsables de la toma de decisiones en materia de viajes corporativos creen que el trabajo a distancia dará lugar a una mayor dispersión de la plantilla y a más viajes de negocios.
Ya lo estamos viendo en nuestra base de clientes. Salesforce es un buen ejemplo. Preocupada por el impacto del trabajo virtual en la cultura de la empresa, la compañía de software no dudó en comenzar a organizar eventos frecuentes en diversos lugares para reunir a sus equipos. Los directivos también se han comprometido a celebrar reuniones mensuales en persona. Hemos visto algo similar en otras empresas.
Para los travel managers, esto implica una ampliación de sus funciones y un objetivo más alto. Serán los nuevos guardianes de la cultura corporativa, ayudando a los compañeros a reunirse y perseguir el éxito. Sus relaciones con RRHH, contratación y real estate se estrecharán. Los viajes internos, que antes eran la primera partida que se sometía al escrutinio del director financiero, se están convirtiendo en una inversión estratégica para las personas, mientras que los viajes externos seguirán siendo un elemento diferenciador para las organizaciones de éxito.
Este cambio también tiene un beneficio para la sostenibilidad. A medida que las empresas adopten el trabajo flexible, las emisiones derivadas de los desplazamientos al trabajo se reducirán considerablemente. Aunque habrá una mayor necesidad de coordinar regularmente los viajes de negocios, las empresas deberían medir toda su huella de carbono en los viajes, incluidos los desplazamientos al trabajo.
Aunque muy pocas personas dudan del valor de los encuentros en persona, no podemos perder de vista la preocupación constante por la seguridad. En un escenario de incertidumbre, es crítico que sigamos haciendo todo lo posible para restablecer la confianza de los viajeros. Debemos estar a la altura allá donde haya nuevas normas de seguridad; ofrecer confianza ante viajes más complejos; y tratar cada viaje como un evento para garantizar que el servicio prestado a los viajeros sea realmente una experiencia integral. No podemos limitarnos a afirmar que los viajes son seguros o agradables. El sector de los viajes debe marcar la pauta con sus acciones y su trabajo.
Las grandes empresas hoy en día deben ser más flexibles, inclusivas y responsables que nunca. La presión para adaptarse es enorme. Pero pensar más, y pensar de forma diferente, sobre los desplazamientos de las personas ayudará a las organizaciones a estar a la altura del reto. La tecnología permite la flexibilidad de la plantilla, pero son los viajes de negocios y las reuniones en persona lo que hace que una compañía funcione y prospere. Bien gestionados, pueden hacer que las empresas sean más sostenibles, inclusivas y convertir grupos dispersos de personas en equipos unificados. En definitiva, los viajes de negocios son capaces de crear una cultura. Las empresas que se den cuenta de esto levantarán el vuelo. Las que no lo hagan, se quedarán atrás.